PIMIENTAS ORENSES
POR RIZA
No debemos esconder nuestros
sentimientos mucho más si estos, provienen de razonamientos que buscan siempre
el bienestar común, sin amilanarnos o arrepentirnos por lo que sinceramente
expresemos. Y ese es mi caso actual con la decisión del presidente Rafael
Correa con la transitoria a las enmiendas, que no le permitiría en el 2017
participar para la reelección.
Recordemos que Ecuador en antaño fue tan maltratado por
politiqueros que llegaron a la presidencia engañando con falsas promesas a sus
electores y luego a disfrutar de la cosa pública sin importarles ni un bledo
como nuestra patria cada día caía en el despeñadero.
Apareció Correa y como que el
pueblo avizoraba la llegada de su reivindicación y se pronunció con él, muchos
abiertamente y algunos con cierto temor de que resulte otro de los mismos, pero
corrieron esa suerte y por fin le atinaron. Por fin le atinamos.
Este joven empezó su periodo
buscando una transformación a fondo y para ello consultó al pueblo de cada paso
dado en su proyecto de un nuevo Ecuador, Así nació la Constitución de
Montecristi, inclusiva, otorgándole derechos a la madre naturaleza, justa.
Renegociando la deuda externa,
los negocios petroleros que favorecían a las trasnacionales ahora servían para
la patria y se priorizaron las obras en los lugares de la extracción del crudo.
Llegaron: Educación con moderna infraestructura, hospitales de primer nivel, súper
carreteras, aeropuertos, servicios básicos, no solo para Quito y Guayaquil, si
no para la patria toda.
La economía se fortaleció, la
honestidad se enarbola como bandera de lucha, en el exterior empiezan a copiar
muchos modelos de desarrollo implementados por esta Revolución Ciudadana,
nuestros expulsados por el feriado bancario empezaron a retornar y siguen haciéndolo.
La oposición muda, no sabe qué
hacer, no obstante de contar con medios de comunicación que durante la larga y
triste noche neoliberal, nos hacían creer que la derecha era integrada por
genios y hombres de bien y que los pobres solo servíamos para darles el voto en
cada elección y nos premiaban con caricias de a perro.
Indios, negros, suburbanos, gente
de abajo, no tenían derecho a la educación, primaria, peor secundaría y difícilmente
universitaria. Cerraronse las universidades de garaje, negocio lucrativo de la
dominante derecha, para dar paso a una educación con ciencia y tecnología.
Nos pasaríamos un siglo citando los
beneficios obtenidos en esta Revolución Ciudadana que la queremos fortalecida
porque los enemigos del pueblo acechan como aves de rapiña para cuando salga
Correa, caerle a picotazo limpio a los dineros del Estado.
NO, no estoy de acuerdo con la
transitoria y temo que la derecha pueda retomar el poder y deshacer las
conquistas obtenidas con Rafael Correa. Temo, no por mí, que creo haber
cumplido con mi paso por la vida terrenal, pero si por el futuro de mi patria,
por los desposeídos que ahora se sientan en primera fila, temo por mis hijos,
nietos y descendencia.
Pero si así lo estima nuestro
presidente, renovaremos fuerzas y junto al pueblo buscaremos la continuación de
la Revolución para ganar el 2017 y que Dios me permita seguir viviendo para
desde el 2021, tener de vuelta a Rafael Correa en la conducción de nuestra
amada patria y la consolidación de la Revolución Ciudadana. Hasta pronto
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