PRESIDENTE NOBOA EMPOBRECE
A ECUADOR QUE SE ENCUENTRA
ESTANCADO
Corrupción estatal, desequilibrio mental
Y económico que nos golpea con fuerza
Ecuador se encuentra sumergido en la desesperación
generada por el presidente Daniel Noboa Azín y su gabinete, especialmente en
los sectores populares donde la pobreza se incrementa con aumento de impuestos
y constante incremento de los productos que forman parte de la canasta básica,
mientras que el poder estatal prioriza un inconsulto referéndum y la consulta
popular que se efectuará el próximo domingo 21 de abril y luego las
aspiraciones de reelección presidencial de febrero del 2025-
PROMESAS INCUMPLIDAS
En la campaña electoral, Daniel Noboa dijo que su contrincante Luisa González, pretendía subir el IVA y que por supuesto el mantendría ese impuesto en el 12%, pero al iniciar su mandato lo incrementó en tres puntos, poniéndose actualmente en el 15%
Dijo que aumentaría el presupuesto para salud y educación, pero le restó 70 millones a las universidades y el presupuesto para mejorar la atención en salud, continúa siendo el mismo
Noboa prometió incrementar las pensiones jubilares al sueldo básico de Ecuador, pero tampoco ha cumplido, así como tampoco se ha producido mayor inversión extranjera.
El presidente Noboa inicio una guerra interna contra la delincuencia organizada y al narcotráfico, pero lejos de bajar el rubro delincuencial, este aumenta día a día y la pomposa guerra solo fue un mamotreto para justificar el incremento del IVA y por si fuera poco, perdonó las deudas a los elitistas empresariales, entre ellos el grupo Noboa, del cual forma parte.
Mientras Ecuador se muere de hambre la prensa corrupta, pagada por el millonario mandatario, desinforma a diario, tratando de beneficiar con votos a favor del SI en la consulta y referéndum del próximo domingo
LO QUE TENEMOS
El mandatario en sus cerca de 4 meses ha deteriorado la imagen de nuestro país, con la farrera noche en España y la torpe decisión de invadir la embajada de México en Quito, así como también nadie quiere invertir en un país peligroso
Finalmente, Noboa, entrega a Canadá y los Estados Unidos, el control y explotación minera y permitirá a los gringos que se lleven nuestro petróleo a precios de gallina con peste
Todo ese acumulado y más, le han bajado la popularidad que construyó en base a mentiras, mientras la pobreza se incrementa. El pasea y farrea con dineros del Estado.
A ECUADOR QUE SE ENCUENTRA
ESTANCADO
Corrupción estatal, desequilibrio mental
Y económico que nos golpea con fuerza
PROMESAS INCUMPLIDAS
En la campaña electoral, Daniel Noboa dijo que su contrincante Luisa González, pretendía subir el IVA y que por supuesto el mantendría ese impuesto en el 12%, pero al iniciar su mandato lo incrementó en tres puntos, poniéndose actualmente en el 15%
Dijo que aumentaría el presupuesto para salud y educación, pero le restó 70 millones a las universidades y el presupuesto para mejorar la atención en salud, continúa siendo el mismo
Noboa prometió incrementar las pensiones jubilares al sueldo básico de Ecuador, pero tampoco ha cumplido, así como tampoco se ha producido mayor inversión extranjera.
El presidente Noboa inicio una guerra interna contra la delincuencia organizada y al narcotráfico, pero lejos de bajar el rubro delincuencial, este aumenta día a día y la pomposa guerra solo fue un mamotreto para justificar el incremento del IVA y por si fuera poco, perdonó las deudas a los elitistas empresariales, entre ellos el grupo Noboa, del cual forma parte.
Mientras Ecuador se muere de hambre la prensa corrupta, pagada por el millonario mandatario, desinforma a diario, tratando de beneficiar con votos a favor del SI en la consulta y referéndum del próximo domingo
LO QUE TENEMOS
El mandatario en sus cerca de 4 meses ha deteriorado la imagen de nuestro país, con la farrera noche en España y la torpe decisión de invadir la embajada de México en Quito, así como también nadie quiere invertir en un país peligroso
Finalmente, Noboa, entrega a Canadá y los Estados Unidos, el control y explotación minera y permitirá a los gringos que se lleven nuestro petróleo a precios de gallina con peste
Todo ese acumulado y más, le han bajado la popularidad que construyó en base a mentiras, mientras la pobreza se incrementa. El pasea y farrea con dineros del Estado.
INFORMACIÓN DE CELULAR Y
TABLET DE JORGE GLAS
¿Se tratará de otra inventiva fiscal?
Aún se desconoce lo que hay en esos dispositivos o si fueron intervenidos antes. De todos modos, tras la captura de Glas en la Embajada de México, el secretario de Comunicación Roberto Izurieta dijo que las alertas se prendieron porque tenían información de frases como: "lo estamos esperando en México", pero no se dio más detalles.
Este domingo se ha difundido un documento con fecha del viernes 12 de abril del 2024, en el que el magistrado Julio Inga de la Corte Nacional de Justicia, acepta la solicitud del fiscal general subrogante, Wilson Toainga.
Con ello, el Ministerio Público podrá extraer, analizar, materializar y transcribir la información que haya en los dispositivos digitales incautados al exvicepresidente.
Se trata de una tablet y dos smartphones. Todos de la marca Apple. Uno de los celulares no tiene número de serie, según se lee en el documento de la Función Judicial.
Los objetos permanecían en cadena de custodia desde el pasado 5 de abril, cuando sucedió la irrupción a la Embajada. FUENTE: Vistazo
SU EXPERIENCIA EN EL “ASALTO Y LA
INVASIÓN” DE EMBAJADA
"No logro concebir que se haya hecho
algo tan desproporcionado", dijo.
La embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur, fue declarada el 4 de abril persona non grata por el Gobierno ecuatoriano, que ordenó su salida inmediata del país tras una serie de declaraciones del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
La embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur, fue declarada el 4 de abril persona non grata por el Gobierno ecuatoriano, que ordenó su salida inmediata del país tras una serie de declaraciones del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
En cuestión de horas, se desató un conflicto diplomático entre ambos países que se saldó con un asalto, por parte de la Policía ecuatoriana, a la Embajada en Quito la noche del 5 de abril y la detención del exvicepresidente Jorge Glas.
Serur cuenta, en primera persona, las horas en las que la crisis se precipitó y cómo vivió la irrupción de los agentes a la sede diplomática. Este es su relato:
JUEVES 4 DE ABRIL, POR LA MAÑANA
Un día complejo en la Embajada. En medio de varios pendientes por resolver, me atraviesa una inquietud: “¿Qué asunto querrá tratar la canciller [Gabriela] Sommerfeld por la tarde? Pienso en dos posibilidades: o bien me va a pedir el beneplácito para alguna propuesta de embajador o hay algún tema sensible, algún “irritante”, y quiere entregarme en persona una Nota Verbal…” Sigo con mis actividades y decido no pensar en el asunto para no distraerme.
JUEVES 4 DE ABRIL, POR LA TARDE
Llego puntual a la cita. Son las 17.30. Me reciben con la amabilidad de siempre y me conducen al despacho de la canciller Sommerfeld. Me hace pasar y, efectivamente, se trata de un “irritante”: “El comentario de nuestro presidente en la conferencia mañanera”. Todavía pienso que puedo poner en contexto lo dicho, cuando sin mayor preámbulo me entregan una notificación declarándome persona non grata y me instan a salir del país en un plazo no mayor a 72 horas.
Siento como si un rayo me atravesara el cuerpo. Sigo sin entender, me parece desproporcionado, totalmente fuera de lugar y me retiro. “No hay nada más que hablar”, digo. Me tiemblan las piernas. Subo al auto y miro al majestuoso volcán Pichincha, testigo de tanta historia… Ahora que lo escribo me escurre la primera lágrima. No he podido desahogarme. Tengo los sentimientos contenidos y agolpados en un cuerpo adolorido que no pareciera ser el mío.
JUEVES 4 DE ABRIL, POR LA TARDE-NOCHE
Llego a la Embajada y le comento al personal que todavía se encuentra en ella lo que acaba de suceder. Nadie da crédito. Trato de ser fuerte, les indico que tenemos poco tiempo y mucho que hacer. “Es una decisión soberana del Ecuador y no queda más que aceptarla”, les digo.
Me escucho como si fuera otra persona la que hablara por mí. Se esparce la noticia. El celular no deja de sonar. Mensajes y llamadas. Notifico a la Cancillería mexicana. Nadie entiende qué pasó ni por qué pasó.
Le doy la noticia a un hijo y después al otro. Siento que me tiembla la voz al hablar. Me duele su dolor.
JUEVES 4 DE ABRIL, POR LA NOCHE
No logro conciliar el sueño en toda la noche. Mensajes y llamadas con el embajador [Pablo] Monroy. Pensamientos desordenados invaden mi cuerpo. Escenas de los últimos tiempos se agolpan en mi mente. Carros de policía afuera de las puertas de la Embajada de manera permanente; militares fuertemente armados; revisión de las cajuelas de los empleados locales.
Siento una tensión y rigidez que todavía permanecen mientras escribo. Trato de reprimir esos pensamientos, pensar en las cosas que tengo que cerrar, pero me asaltan imágenes de una violencia sorda que ahora cobran otro significado. Me preocupa cómo se va a recibir la noticia en México.
VIERNES 5 ABRIL, POR LA MAÑANA
Me alivian las declaraciones del presidente López Obrador, quien indica que no piensa actuar de la misma manera; que él no va a expulsar al embajador de Ecuador, ni va a romper relaciones. Habla de manera gentil y cariñosa sobre mi persona e indica que va a enviar un avión de la Fuerza Aérea para que me traiga de regreso a México. Me siento protegida y me relajo un poco.
El celular sigue sonando sin parar. La canciller Alicia Bárcena me llama consternada. Me dirijo a la Embajada para dejar los menos pendientes posibles. Trabajamos todo el día, sólo con una interrupción para almorzar con algunos de los diplomáticos y algunos empleados locales. Almuerzo tenso, muestras de afecto, lágrimas, palabras de apoyo y yo sigo tratando de transmitirles fuerza y recurro al sentido del humor.
El almuerzo era la despedida. Fue rápido y entrecortado por llamadas y mensajes. Volvemos a la Embajada. Hay muchas cosas que resolver y poco tiempo. Veo el rostro triste de Karina, mi asistente. Pregunto a qué hora entró el trámite del sobrevuelo y me dicen que a las 4.04. “Un problema menos”, pienso.
Converso con el embajador Monroy y siento su preocupación por mí. Seguimos enfocados en el trabajo y convoco a una reunión con todo el personal local. Les comunico lo ya dicho y trato de que sea breve porque para esos momentos siento que puedo soltarme a llorar y no quiero. Sigo contenida para que no me vean quebrada. La Cancillería mexicana publica un comunicado informando que otorgó el asilo a [Jorge] Glas el 4 de abril.
VIERNES 5 DE ABRIL, POR LA TARDE-NOCHE
Al terminar la reunión, aviso que me retiro para empacar. El ministro Roberto Canseco decide seguirme porque había la instrucción de no dejarme sola por el acoso que veníamos sufriendo tiempo atrás, pero todavía con mayor fuerza el jueves y el viernes. Llego a la residencia y recibo la visita de dos amigas de la urbanización. Trato de dar una imagen de fuerza, pero me quiebro en momentos. Me preguntan qué me preocupa. Les digo que todo sin dar mayor explicación. Quizá, por ahora, me inquieta una declaración de la canciller Sommerfeld alrededor de las 17.00, donde dice que no ha recibido ninguna solicitud de permiso de sobrevuelo cuando yo tengo la certeza de que fue enviada a las 16.04. A las 20.30 les pido que se retiren para poder descansar un poco. Me tiro en la cama y trato de conciliar el sueño. No lo logro del todo. Entro en una especie de duermevela con una profunda tristeza que invade todos los poros de mi cuerpo. A eso de las 22.00 escucho que suena el teléfono de la residencia. Me avisan que Eva Martha Balbuena, nuestra administradora, me llama de emergencia. Tomo la bocina de inmediato y siento un estremecimiento, una temblorina en todo el cuerpo.
Una suerte de presagio de lo que comienzo a escuchar. Entre pausa y pausa me dice: “Entraron a la Embajada” … “Se están llevando al ingeniero Glas” … “tienen sometido al ministro Canseco”. Siento una impotencia mayúscula mientras ella narra lo que está sucediendo, hasta el momento en que me dice: “ya salen” …
“El ministro está golpeado, pero estamos bien”. Todo fue muy rápido. No puedo llorar. Me tiembla todo el cuerpo. Miro ondear nuestra hermosa bandera por la ventana y no puedo derramar ni una sola lágrima. Respondo incrédula, desesperada, mientras Eva Martha continúa describiendo lo que pasa. Me invade la rabia, la desesperación y la tristeza. Me tiembla más y más fuerte el cuerpo. Pienso en mis hijos. Todo a un tiempo. Les pido que cierren todo y vengan con cuidado a resguardarse a la residencia. Le llamo a Martín Borrego [jefe de la oficina de la secretaria de Exteriores] para que le avise a la canciller Bárcena, pero la llamada presenta problemas de recepción.
Mis hijos llegan a la residencia y conversamos por varias horas sobre lo acontecido sin poder digerirlo. “Me tranquiliza que al menos estemos juntos”, les digo. Pensamos y repensamos todo mientras visualizo las consecuencias de semejante atropello. Una consternación me invade, tengo miedo. “¿Qué más pueden hacer?” Trato de serenarme, “no van a hacer nada más”, me repito. De pronto detengo mis pensamientos: “Esto es un atropello a nuestra soberanía. Entraron a la Embajada, sustrajeron a una persona, golpearon al ministro, empujaron a Eva Martha. En realidad, es una invasión a nuestro territorio”.
No puedo concebir todavía que hayan hecho algo tan desproporcionado. Siento un miedo que se mezcla con indignación. Pasan las horas y en la conversación llego a conclusiones: “Tenían todo planeado”. “Sólo esperaron a que saliera”.
Eva Martha es la última en salir de la Embajada. La siguen, la hostigan, se asusta y regresa a la Embajada para sentirse segura. Llama al ministro Canseco, quien acude de inmediato al llamado. Mientras conversan en la parte posterior de la Embajada, empieza el operativo.
Someten al guardia, le quitan el arma y el control remoto de la puerta del garaje. Al escuchar los ruidos, Eva Martha y el ministro se acercan para ver qué pasa. Lo que ocurrió después es de todos conocido y se resume en unas cuantas frases que conmocionaron al mundo en el transcurso de unas horas.
La fuerza pública irrumpe en la Embajada de México con lujo de violencia. Sustraen al ingeniero Glas. Lo meten a un auto blindado y se lo llevan. Al enterarse México de lo sucedido esa noche, rompe relaciones con Ecuador.
¿Qué los llevó a actuar de esa forma tan desproporcionada? ¿Cómo se atrevieron a romper con la inviolabilidad de una sede diplomática? ¿Con qué derecho agreden físicamente al personal diplomático? ¿Con qué derecho hirieron nuestra dignidad? No existe justificación alguna para hacer lo que hicieron. México en todo momento actuó conforme a derecho, y las dos naciones tenemos una larga relación de afecto y cooperación.
SÁBADO 6 DE ABRIL, POR LA MAÑANA
No pudimos dormir la noche anterior y para la mañana del sábado era claro que todos teníamos que salir. La red de la Cancillería mexicana, en alerta desde el jueves, seguía la escalada de los acontecimientos; en todo momento dispuestos a ayudar: la canciller Bárcena, el embajador Monroy, Martín Borrego, nuestra subsecretaria Laura Elena Carrillo, ellos y sus equipos, todos pendientes.
Ahora no sólo se necesitaba un avión pequeño como era el que iba a venir por mí, sino un avión que albergara a los diplomáticos y sus familias: en total 18 personas y tres mascotas. No había permiso de sobrevuelo todavía. Llamé a México y pedí que saliéramos todos en una aerolínea comercial para evitar más problemas. Así fue.
SÁBADO 6 DE ABRIL, POR LA TARDE-NOCHE
Llegamos a la Embajada para, en una pequeña ceremonia, arriar la bandera que ondeaba imponente. El sargento Cervantes baja lentamente la bandera mientras cantamos el himno nacional. Todos nos sentimos conmovidos, tenemos chinita la piel. La doblamos y me la entrega. ¡Qué duro momento! Bajo el mismo cielo estrellado cerramos nuestra Embajada en Quito.
DOMINGO 7 DE ABRIL
En un nuevo y hermoso amanecer, y con el acompañamiento de los embajadores de Alemania, Cuba, Honduras y Panamá, salimos a las 6.30 de la residencia rumbo al aeropuerto. Durante el vuelo me invaden múltiples recuerdos de lo que han sido para mí estos casi cinco años en Ecuador.
No sólo el desafío profesional que significó asumir la titularidad de la Embajada, sino también las gratificaciones que implica un oficio lleno de sutilezas, de matices; descubrir sus complejidades y admirarme de la capacidad, disciplina y generosidad de mi equipo.
Lo maravilloso de hacer amistades dentro y fuera del cuerpo diplomático, dentro y fuera del Gobierno. Lo conmovedor que me resultó caminar por las mismas calles del centro que había recorrido con Bolívar, mi marido.
¡Cuánto gané y cuánto he perdido! El enojo, el desconcierto, la tristeza y la nostalgia fueron las emociones que viví en ese vuelo.
A la llegada a México nos reciben cariñosamente la canciller Alicia Bárcena y el maravilloso equipo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Un alivio muy grande pisar suelo mexicano. ¡Gracias México!
Reflexión final
El derecho internacional no puede ignorar este ilegal y brutal atropello. Hacerlo es aceptar que en la comunidad latinoamericana prevalecerá el reino de la arbitrariedad con repercusiones muy graves para todas las naciones. Es el respeto a la ley o la barbarie. Artículo publicado el 14 de abril del 2024 en El País
DANIEL
NOBOA ATENTA CONTRA
EL FUTURO LATINOAMERICANO
Por Ariel Dorfman
PAGINA 12.- Apenas supe la noticia de que
la policía ecuatoriana había asaltado brutalmente la embajada de México en
Quito y detenido al exvicepresidente Jorge Glas, que gozaba de asilo
diplomático, me sentí transportado a ese día distante, hace más de cincuenta
años, cuando yo mismo logré refugiarme en la embajada argentina en Santiago de
Chile, la única opción de que disponía para que no me matara la dictadura de
Pinochet después del golpe de septiembre de 1973.
Tanto yo, como Glas ahora e innumerables
latinoamericanos en el pasado, teníamos la certeza de que esos recintos
diplomáticos donde buscábamos amparo eran inviolables, puesto que constituían
el territorio sagrado de un país soberano. La tradición de que, cuando un
Estado perseguía a un individuo por motivos políticos, era posible guarecerse
en una legación extranjera, se había establecido durante el sangriento siglo
XIX de nuestro continente cuando las elites que perdían el poder debido a
guerras civiles o golpes de estado armaron ese modo de salvar así la vida. Una
práctica que respetaban sus adversarios victoriosos, que entendían que mañana
eran ellos los que podían encontrarse golpeando a las puertas de una embajada
para emprender su propio exilio.
A lo largo del siglo veinte, esa tradición se fue institucionalizando en una serie de acuerdos y leyes, no sólo a nivel interamericano (de la OEA en Caracas en 1954) sino también en tratados más amplios (Convención de Viena de 1961). Tanto peso tenían aquellos tratados que incluso un régimen como el de Pinochet, que violó todos los derechos humanos de los chilenos, desapareciendo, ejecutando, torturando y acosando a los partidarios del derrocado presidente Allende, aceptó esas normas de convivencia internacional, a pesar de que significaba que sus enemigos pudieran sobrevivir el golpe y, algún día, retornar al país y encabezar la resistencia.
Por cierto que llegar hasta una embajada como la argentina, esquivando a la policía que patrullaba los alrededores, era una hazaña. De hecho, una tarde, paseando por el jardín de ese recinto, cayó a mis pies, lanzadas desde el otro lado del muro, una mochila y una bolsa de dormir cuyo desafortunado dueño no alcanzó a juntarse con sus pertenencias. Vi los dedos de sus dos manos aferrados a ese muro, pero sólo por un instante: una sucesión de disparos de tropas chilenas terminaron con aquel intento de fuga.
Fue una experiencia perversa y dolorosa que marcó también los límites de mi seguridad: mientras me quedaba de este lado de las tapias que me rodeaban, estaba protegido. Claro que eso no disipaba el temor: muchas veces imaginé, durante los interminables meses que pasé en la embajada en espera de un salvoconducto para partir de Chile, que la policía secreta de Pinochet trataría de infiltrar a alguien entre nosotros, con el fin de conseguir información o tal vez para asesinar a los disidentes más destacados. Tal sospecha paranoica me sirvió, casi medio siglo más tarde, para construir uno de los relatos centrales de mi novela Allende y el museo del suicidio, pero nunca llegó, por suerte, a materializarse en la vida real.
Puesto que los mil individuos hacinados en esa embajada y tantos más en otros locales diplomáticos dispersos por la ciudad lograron salir de Chile gracias al derecho de asilo, el mismo derecho que ahora ha sido vulnerado por el gobierno contumaz de Daniel Noboa en Ecuador.
Ese acto sin precedentes ha tenido ya consecuencias dramáticas y peligrosas. México ha roto relaciones con Ecuador, una condena a la que se han sumado naciones latinoamericanas tanto de izquierda (Brasil, Colombia, Chile) como de derecha (Uruguay, Paraguay y hasta Argentina). Tal crisis menoscaba la cooperación fraternal que se requiere para combatir problemas tan acuciantes como el narcotráfico, la delincuencia, la migración y el cambio climático que asedian a nuestros pueblos. Sin la confianza mínima que dan, precisamente, ciertos acuerdos internacionales a que adhieren gobiernos de diverso signo político, es difícil resolver las tensiones álgidas y conflictos que surgen inevitablemente en una era tan inestable como la que estamos viviendo.
Más allá, por ende, de las secuelas prácticas de este asalto sin precedentes a la embajada de un país amigo, es el modo en que atenta contra el sueño de la gran patria latinoamericana, ese proyecto de Bolívar, Martí y Allende, y también de Sucre, el gran héroe de la independencia del mismísimo Ecuador.
Es fundamental, por lo tanto, que esta acción desquiciada de Noboa no quede impune, que ningún gobernante en otra nación se atreva a seguir su ejemplo. No sólo para restablecer la confianza entre nuestros países sino para darles tranquilidad a quienes van a terminar siendo las futuras víctimas de este crimen.
Es inevitable, me deprime admitirlo, que mañana o pasado mañana habrá de nuevo quienes han de necesitar amparo ante el peligro de la persecución del régimen de turno. Es imprescindible que, cuando sean acogidos en una embajada extranjera, sepan que sus vidas de veras están a salvo. Sería terrible que sufrieran el destino doliente y final que tuvo aquel desconocido que lanzó su mochila y bolsa de dormir por encima del muro de la embajada argentina en Santiago de Chile hace tantas décadas. ¿O estamos dispuestos a decirle adiós al derecho de asilo?
EL FUTURO LATINOAMERICANO
Por Ariel Dorfman
A lo largo del siglo veinte, esa tradición se fue institucionalizando en una serie de acuerdos y leyes, no sólo a nivel interamericano (de la OEA en Caracas en 1954) sino también en tratados más amplios (Convención de Viena de 1961). Tanto peso tenían aquellos tratados que incluso un régimen como el de Pinochet, que violó todos los derechos humanos de los chilenos, desapareciendo, ejecutando, torturando y acosando a los partidarios del derrocado presidente Allende, aceptó esas normas de convivencia internacional, a pesar de que significaba que sus enemigos pudieran sobrevivir el golpe y, algún día, retornar al país y encabezar la resistencia.
Por cierto que llegar hasta una embajada como la argentina, esquivando a la policía que patrullaba los alrededores, era una hazaña. De hecho, una tarde, paseando por el jardín de ese recinto, cayó a mis pies, lanzadas desde el otro lado del muro, una mochila y una bolsa de dormir cuyo desafortunado dueño no alcanzó a juntarse con sus pertenencias. Vi los dedos de sus dos manos aferrados a ese muro, pero sólo por un instante: una sucesión de disparos de tropas chilenas terminaron con aquel intento de fuga.
Fue una experiencia perversa y dolorosa que marcó también los límites de mi seguridad: mientras me quedaba de este lado de las tapias que me rodeaban, estaba protegido. Claro que eso no disipaba el temor: muchas veces imaginé, durante los interminables meses que pasé en la embajada en espera de un salvoconducto para partir de Chile, que la policía secreta de Pinochet trataría de infiltrar a alguien entre nosotros, con el fin de conseguir información o tal vez para asesinar a los disidentes más destacados. Tal sospecha paranoica me sirvió, casi medio siglo más tarde, para construir uno de los relatos centrales de mi novela Allende y el museo del suicidio, pero nunca llegó, por suerte, a materializarse en la vida real.
Puesto que los mil individuos hacinados en esa embajada y tantos más en otros locales diplomáticos dispersos por la ciudad lograron salir de Chile gracias al derecho de asilo, el mismo derecho que ahora ha sido vulnerado por el gobierno contumaz de Daniel Noboa en Ecuador.
Ese acto sin precedentes ha tenido ya consecuencias dramáticas y peligrosas. México ha roto relaciones con Ecuador, una condena a la que se han sumado naciones latinoamericanas tanto de izquierda (Brasil, Colombia, Chile) como de derecha (Uruguay, Paraguay y hasta Argentina). Tal crisis menoscaba la cooperación fraternal que se requiere para combatir problemas tan acuciantes como el narcotráfico, la delincuencia, la migración y el cambio climático que asedian a nuestros pueblos. Sin la confianza mínima que dan, precisamente, ciertos acuerdos internacionales a que adhieren gobiernos de diverso signo político, es difícil resolver las tensiones álgidas y conflictos que surgen inevitablemente en una era tan inestable como la que estamos viviendo.
Más allá, por ende, de las secuelas prácticas de este asalto sin precedentes a la embajada de un país amigo, es el modo en que atenta contra el sueño de la gran patria latinoamericana, ese proyecto de Bolívar, Martí y Allende, y también de Sucre, el gran héroe de la independencia del mismísimo Ecuador.
Es fundamental, por lo tanto, que esta acción desquiciada de Noboa no quede impune, que ningún gobernante en otra nación se atreva a seguir su ejemplo. No sólo para restablecer la confianza entre nuestros países sino para darles tranquilidad a quienes van a terminar siendo las futuras víctimas de este crimen.
Es inevitable, me deprime admitirlo, que mañana o pasado mañana habrá de nuevo quienes han de necesitar amparo ante el peligro de la persecución del régimen de turno. Es imprescindible que, cuando sean acogidos en una embajada extranjera, sepan que sus vidas de veras están a salvo. Sería terrible que sufrieran el destino doliente y final que tuvo aquel desconocido que lanzó su mochila y bolsa de dormir por encima del muro de la embajada argentina en Santiago de Chile hace tantas décadas. ¿O estamos dispuestos a decirle adiós al derecho de asilo?
CONTRA ‘DONALD TRUMP’
EN NUEVA YORK, EE.UU.
Donald Trump deberá comparecer ante el tribunal de Nueva York para hacer frente a las acusaciones de falsificación de registros comerciales con el fin de encubrir un supuesto encuentro sexual con la entonces actriz porno Stormy Daniels y no perjudicar así su elección como mandatario en 2016.
Trump es acusado de pagos irregulares de 130.000 dólares a la actriz Stormy Daniels para comprar su silencio durante la campaña electoral que lo llevó a la presidencia de Estados Unidos.
El proceso penal contra el exmandatario comenzará con la selección de los 12 miembros del jurado, quienes deberán demostrar que no tienen prejuicios sobre el acusado ni ideas preconcebidas que puedan afectar su veredicto.
El juez del proceso contra Donald Trump decretó una orden mordaza contra el mismo Trump, una herramienta común en el sistema judicial estadounidense que consiste en prohibir a un acusado los comentarios públicos sobre los implicados en su juicio penal.
La medida judicial impone a Trump abstenerse de hacer comentarios sobre los testigos, fiscales, miembros del jurado y personal de la corte, así como a sus familiares.
Esa misma orden fue ampliada el 1 de abril para incluir al propio juez y sus familiares, así como al fiscal Alvin Bragg.
Este es el primer juicio criminal en contra de un exmandatario de ese país.
Sobre Donald Trump pesan otros casos penales por el presunto almacenamiento de documentos de alto secreto en Florida después de abandonar la Casa Blanca y su implicación en los intentos de anular las elecciones de 2020.
EL ATAQUE DE ‘IRÁN’ CONTRA
ISRAEL FUE "UNA RESPUESTA
A LA VERGONZOSA INACCIÓN"
DE LA ONU
El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha calificado la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocado tras los ataques de Irán contra Israel como un "desfile de hipocresía y doble rasero".
"Es una lástima que, a diferencia de la reunión de hoy, ustedes no dieran paso adelante para reunir al Consejo el 2 de abril, cuando se convocó una sesión urgente por iniciativa rusa para debatir el ataque israelí contra el consulado iraní en Damasco", denunció el diplomático. Además, recordó que en ese entonces EE.UU., Reino Unido y Francia se negaron a reafirmar los "principios básicos del derecho diplomático" sobre la inviolabilidad de las instalaciones diplomáticas.
"Si las misiones [diplomáticas] occidentales fueran atacadas, no dudarían en tomar represalias y demostrar su caso en esta sala", afirmó Nebenzia, agregando que cuando se trata de otros países y su derecho a la autodefensa la situación es diferente.
Nebenzia destacó que Teherán tenía motivos para lanzar el ataque. "Las acciones de Irán fueron una respuesta a la vergonzosa inacción del Consejo de Seguridad de la ONU, una respuesta al flagrante ataque de Israel contra Damasco", subrayó.
La aviación israelí destruyó el Consulado de Irán en Damasco en un ataque con misiles el 1 de abril, causando la muerte de 16 personas, incluidos dos altos comandantes y cinco militares iraníes. Entre los fallecidos se encuentra el general Mohammad Reza Zahedi, alto comandante de las fuerzas Al Quds, rama élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
BARCELONA GOLEA A LIBERTAD DE
LOJA EN UN SOLO TIEMPO
El ídolo se recupera en la tabla
Los guayaquileños utilizaron un equipo con varios jugadores que no suelen ser titulares. Como el propio Cortez, Fernando Gaibor, Adonis Preciado, Janner Corozo, Mario Pineida. Esto para dar descanso a los titulares que han venido sumando muchos minutos.
En la segunda parte no hubo mucha historia que contar, los visitantes controlaron el cotejo, no sufrieron opciones de gol y Diego López comenzó a hacer variantes. Damián Díaz estuvo cerca de poner la cuarta, pero el resultado no se movió.
Con este resultado, Barcelona subió hasta el séptimo puesto con 11 unidades más seis de gol diferencia, pero tiene dos duelos pendientes. Su siguiente rival será El Nacional el próximo jueves en el estadio Banco Pichincha.
Mientras que Libertad sigue último con cero unidades menos 10 de gol diferencia. En la próxima jornada visitará a Cumbayá el miércoles a las 16.30
NOTIORO MACHALA: DIRECTOR - Ricardo Querubin Zambrano - Ciudadela. Las
Brisas Mz. B4 Villa 1 -Teléfono celular: 0991054125 - Machala
El Oro – Ecuador https://notioro.blogspot.com/ Email –rqzambrano@hotmail.com
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